Jesús Navas: un premio a la paciencia

Por Gustavo Martín Manzano

Jesús Navas debuta con la selecciónMuchas veces, el deporte nos deja grandes historias,  ejemplos de superación personal y de sacrificio por un sueño. Este fin de semana, en el «amistoso», por así decirlo, entre las selecciones de fútbol de España y Argentina, se ha cumplido el deseo de un jugador, de sus familiares, de sus amigos y de todos los aficionados sevillistas en general: Jesús Navas, al fin, ha debutado con el combinado español.

Jesús Navas González (Los Palacios, Sevilla, 21-11-1985) es uno de los futbolistas más desequilibrantes del fútbol español actual, y con sólo 23 años es ya un símbolo del sevillismo que ha vivido el que seguramente haya sido el mejor lustro de la historia del club, ganando dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España. Sin embargo, su camino al éxito había tenido hasta ayer un obstáculo insalvable: la ansiedad.

Formado en la cantera sevillana, a la que llegó con 16 años, debutó con el primer equipo en la temporada 2003/2004, en la jornada 12 contra el Español, tan sólo dos días después de cumplir la mayoría de edad. Tras esa primera temporada alternando el primer equipo con el filial, se hizo un fijo en la banda derecha del Sánchez Pizjuán para todos los entrenadores que han ido pasando por el banquillo del equipo rojiblanco, con el que ya ha jugado más de 200 partidos en liga. Para entender la magnitud de estos números, Pablo Hernández, el otro jugador convocado por Vicente del Bosque por primera vez con la selección y que tiene la misma edad que Jesús, apenas ha superado los 50 partidos en Primera División.

Conocido como «el duende de Los Palacios», pese a su corta estatura (1,60 metros) posee unas condiciones físicas inmejorables, con una velocidad endiablada unida a una gran agilidad y capacidad técnica. Formó durante los últimos años un carril derecho inigualable en el fútbol de alto nivel junto al brasileño Daniel Alves, y tras su marcha no ha hecho sino mejorar, corrigiendo algunos defectos como su irregularidad o su poca capacidad goleadora.

Tímido y de fuertes lazos familiares (su hermano, Marcos Navas, también estuvo en el filial sevillista y ahora juega en 2ºB, en el Guadalajara), sería en una concentración con la selección española sub’21 donde por primera vez aparecería su problema de ansiedad, teniendo que abandonar la competición y regresar a casa. Estas crisis se producirían intermitentemente durante los siguientes años, concentrándose básicamente en las pretemporadas con el equipo hispalense, lo que se transmitía en unos comienzos de temporada flojos por la falta de aclimatación.

Jesus Navas, símbolo del sevillismoA diferencia de otros casos, el equipo médico sevillista, la directiva y los propios familiares del chaval tomaron la decisión correcta, y escogieron el camino de la paciencia. Desde entonces, el proceso ha ido mejorando, pasito a pasito, lentamente, pero avanzando. Las crisis de ansiedad cada vez eran más espaciadas en el tiempo, y de menor duración. Nadie le forzó, y pese a que se merecía el premio de la selección desde hace mucho, se esperó a que fuera el propio jugador quien manifestara sentirse preparado. ´

Y así ha sido. Navas debutó en el minuto 82, y en tan sólo 10 minutos convirtió su área de juego en un vendaval, enviando un gran centro a su compañero Negredo y realizando una combinación de ensueño con Mata que no acabó con el primer gol del sevillano por poco. Al final del partido recibió el apoyo de los aficionados y de sus compañeros de equipo, y el cariño de todos los espectadores, porque este fin de semana ha ganado el fútbol, y se ha demostrado que el esfuerzo y la perseverancia siempre dan sus frutos. Felicidades Jesús, un pasito más.

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